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Ya has entregado tu CV, tu perfil ha gustado y ahora tienes una entrevista de trabajo. Podrías pensar que lo más difícil está hecho: has conseguido llamar su atención con tu curriculum.
Pero tienes que saber que el CV no consigue el trabajo, la entrevista sí lo consigue. Por eso, en el artículo de hoy, veremos cuáles son los 15 errores que no debes cometer en una entrevista de trabajo. Si cometes estos errores, es muy probable que te descarten automáticamente y que pierdas la oportunidad de conseguir ese puesto de trabajo.
La primera impresión siempre cuenta
Todos los días cometemos errores. A veces, incluso es bueno cometer errores. Sin embargo, en una entrevista de trabajo debemos evitarlos por completo, ya que la primera impresión cuenta mucho en estos casos.
Los errores que tengamos en una entrevista de trabajo pueden hacer que el responsable de recursos humanos nos califique como no aptos para el puesto. Por eso, ya que solo vamos a tener una oportunidad de dar una primera impresión, hay que lograr que sea la mejor posible.
Lo bueno es que dar una buena impresión solo depende de ti. Veamos cuáles son los errores que no debes cometer en una entrevista de trabajo.
15 errores a evitar en una entrevista de trabajo
Aunque son muchas las cosas que pueden llevar a que no seas escogido en una entrevista de trabajo, seguro que si cometes alguno de estos errores estarás encaminado a no conseguir el puesto.
Hemos realizado una recopilación de los 15 errores más frecuentes que se cometen en las entrevistas laborales y que afectan negativamente al resultado final. Conociéndolos te será más sencillo evitarlos y realizar una entrevista perfecta.
¿Estás listo? Veamos cuáles son los errores más frecuentes que debes evitar a toda costa en una entrevista de trabajo.
1. Llegar tarde
El primer error garrafal que te asegura no dar una buena primera impresión es llegar tarde. Este será el primer contacto con el encargado del reclutamiento, será tu carta de presentación. Una persona que llega tarde a una cita importante da imagen de despreocupación y falta de interés.
No es necesario llegar una hora antes, pero sí debes tener el tiempo suficiente para encontrar el lugar sin problemas, hacerte una idea de la filosofía de la empresa o analizar tu posible competencia.
Además, para evitar llegar tarde, debes tener en cuenta el peor de los escenarios posibles (tráfico, retenciones, transporte público abarrotado…)
Y, en el caso de que te haya surgido un verdadero imprevisto, lo mejor es llamar con toda la antelación posible al entrevistador y comunicarle que llegas tarde.
Pocos errores pueden reducir más las posibilidades de conseguir el puesto que este, así que presta mucha atención a la puntualidad.
2. Decir mentiras en el CV
El entrevistador va a preguntar acerca de lo que has puesto en el curriculum, sea experiencia previa, algunos conocimientos o, incluso, sobre puntos de vista acerca de algo concreto.
Sea lo que sea que pregunte acerca de tu CV, debes saber qué contestar. No hay nada más vergonzoso que no saber qué responder ante una pregunta sobre tu propio curriculum. Además, esto dará a entender que se trata de una mentira.
Partiendo de que todo lo que dice el CV es cierto, puedes prepararte haciendo un guión de cómo explicar cualquier aspecto que hayas incluido en él. Así, cuando te pregunten sobre algún aspecto en concreto, sabrás qué decir.
Te dejamos un artículo en el que tratamos cómo crear el curriculum perfecto, que te ayudará a conseguir ese puesto de trabajo.
3. Vestirse inapropiadamente
El aspecto de la vestimenta también es crucial a la hora de acudir a una entrevista de trabajo. Será parte de la primera impresión que darás al entrar en la entrevista, por lo que es importante tenerla en consideración.
Siempre se recomienda optar por una vestimenta sobria y elegante. No es necesario acudir con traje, a no ser que el puesto o la empresa así lo requiera.
- Por poner un ejemplo: no es lo mismo acudir a una entrevista para ser dependiente de un supermercado que para recepcionista de un hotel de 5 estrellas. En el primer caso, podría llegar a estar mal visto acudir con traje; sin embargo, en el segundo, sería algo apropiado.
4. Mala oratoria y lenguaje corporal
La oratoria y el lenguaje corporal son aspectos que, en ocasiones, no se perciben conscientemente, pero que afectan en gran manera a la opinión que nos transmite una persona.
Tener una buena oratoria durante la entrevista puede ser algo complejo, ya que los nervios pueden pasar una mala jugada. Pero el estar seguro de lo que vamos a decir, habernos preparado previamente y estar mentalizados nos puede ayudar.
Evitar el error de un mal lenguaje corporal es más sencillo. Basta con ser consciente de ello y controlarlo. Algunos de los aspectos que debes tener en cuenta son:
- Mantener una postura adecuada al sentarte
- Dar un apretón de manos firme y seguro, sin llegar a apretar demasiado
- Mantener el contacto visual
- Evitar tocarte la cara o el pelo demasiado, así como balancearte hacia adelante o atrás, y no asentir en exceso
Si quieres mejorar tu oratoria, te dejamos un artículo que te puede ayudar a incrementar el nivel y la calidad de tu oratoria.
5. Preguntar antes de tiempo
El hacer preguntas es algo bueno. Sin embargo, hacer demasiadas preguntas o hacerlas antes de tiempo es malo. Encontrar el equilibrio entre ambas es la clave.
Uno de los errores más comunes es preguntar por las condiciones económicas, las vacaciones o los horarios después de haber respondido a la primera pregunta del entrevistador.
Por lo general, será el propio reclutador durante la entrevista el que te dará toda la información que deseas preguntarle desde el minuto 0 de la entrevista. De lo contrario, seguro que al final de la entrevista tendrás el momento de hacer todas aquellas preguntas que creas conveniente.
6. Falta de interés
Como hemos visto, hacer demasiadas preguntas puede ser negativo. Pero, aún más negativo es no hacer ninguna pregunta o no mostrar interés por el puesto. Por eso, te recomendamos que estudies la empresa que te ha seleccionado para entrevistarte.
Es normal no saber muy bien a qué empresa hemos enviado el CV, pero una vez que nos conceden la entrevista, debemos estudiar la empresa y el puesto para el que hemos aplicado.
De esta manera, podremos responder sinceramente si nos preguntan si conocemos la empresa o por qué queremos trabajar ahí, así como hacer preguntas que muestran nuestro interés en el puesto de trabajo.
7. Interrumpir o no dejar hablar al entrevistador
Otro de los errores más habituales en las malas entrevistas de trabajo. Para no interrumpir al responsable de recursos humanos es bueno conocer cómo se desarrollan la mayoría de las entrevistas.
El que lleva la dirección de la conversación será el reclutador. Primero, hablará de la empresa, del puesto a desempeñar, lo que buscan en el candidato y luego comenzará a hacer preguntas.
Hay que dejar que sea el entrevistador el que hable. Obviamente debemos participar en la conversación cuando este nos haga preguntas, respondiendo más allá de un sí o un no, con una buena argumentación. Pero debemos evitar a toda costa interrumpirlo y, mucho más aún, hacer un monólogo y extendernos demasiado en nuestras explicaciones.
8. Falta de confianza
La falta de confianza en uno mismo es algo que se valora negativamente a la hora de acudir a una entrevista de trabajo. Para no dar sensación de falta de confianza en uno mismo, es importante ser capaz de explicar con humildad cuáles son nuestras capacidades personales.
Además, debes evitar mirar al suelo o a la mesa mientras hablas, mantener un contacto visual adecuado y no balbucear al dar una respuesta. Para dar una buena impresión te recomendamos aumentar tu confianza al hablar en público con estos trucos.
9. Hablar mal de último trabajo
Es normal que, durante la entrevista de trabajo, el reclutador nos pregunte por el trabajo anterior o por la relación con el último jefe. Hablar mal del empleo anterior o del jefe solo hará sumar puntos negativos. Dará la impresión de que eres una persona rencorosa y vengativa, lo que, sin lugar a dudas, son cualidades a evitar en un candidato.
Por eso, lo mejor es acentuar los aspectos positivos del empleo anterior o de la relación con el jefe. De esta manera parecerás una persona más amable y agradable, con la que será un placer convivir largas jornadas laborales.
10. Ser pesado
Hay personas que al día siguiente de haber acudido a la entrevista de trabajo ya están llamando para ver si los han elegido. O, peor aún, se dedican a suplicar por el puesto durante la entrevista.
Sin lugar a dudas, estas dos acciones son contraproducentes. Cuanto más insistentes seamos, menos posibilidades de conseguir el puesto tendremos.
11. No saber qué responder
Durante la entrevista es normal que te hagan una serie de preguntas adicionales. Algunas de las más comunes son:
- ¿Cómo te ves de aquí a 1, 5, 10 años?
- ¿Cuáles son tus mayores defectos?
- ¿Qué virtudes tienes?
- ¿Qué puedes aportar a la empresa?
- ¿Por qué quieres formar parte de nuestra empresa?
Estas son solo algunas de las preguntas más comunes que puedes encontrar en una entrevista de trabajo. No saber qué contestar a alguna de ellas puede suponer que des una mala respuesta por la improvisación.
Si ya sabes que pueden hacerte este tipo de preguntas, debes pensar de antemano qué contestarías a cada una de ellas, así podrás aportar valor a la entrevista y sumar puntos.
12. Fingir o tratar de engañar
En ocasiones, las personas intentan fingir ser otra persona o tener otra personalidad. Piensan que lo mejor es no ser ellos mismos, para tratar de conseguir ese puesto de trabajo.
La realidad es que fingir ser de otra manera no aportará nada bueno a la entrevista. Lo mejor es ser uno mismo, comportarse de manera natural. Obviamente, teniendo en cuenta los errores que hemos ido analizando durante el artículo para no cometerlos.
13. No prestar atención
Sea por los nervios, o por estar pensando en qué responder si nos preguntan una u otra pregunta, puede que te olvides de prestar atención a lo que el entrevistador te está contando.
Esto puede suponer que, al final, le hagas una pregunta de la que ya deberías conocer la respuesta o que te pierdas un punto muy importante para saber si realmente deseas ese puesto de trabajo.
No te olvides de prestar atención a lo que tiene que decirte el entrevistador, en ocasiones puedes conseguir mejores resultados solo por saber exactamente lo que está diciendo y qué quiere decir con eso.
14. La entrevista no termina cuando sales por la puerta
Pocas personas recuerdan que la entrevista no ha terminado aunque ya no estemos frente al reclutador. Puede que, mientras sales o estás por los alrededores, te sigan observando a ver si tu personalidad corresponde con lo que han visto durante la entrevista. O, incluso, puede que analicen tus redes sociales para saber qué tipo de persona eres.
Sea como sea, lo mejor es prestar atención a lo que hacemos y decimos después de haber salido de la entrevista.
15. Falta de preparación
Si hay un error que puede envolver a todos los que hemos visto a lo largo del artículo es este. Si no te preparas de antemano para la entrevista de trabajo, es muy probable que cometas más de uno de los errores más comunes.
No olvides que una entrevista de trabajo es como un casting. Tienes que prepararte y dar lo mejor de ti. Investiga la empresa y el trabajo, y asegúrate de que eres la mejor opción para ese puesto.
Si presentas tu mejor perfil y, además, cuadra con lo que está buscando la empresa en el candidato al puesto, habrás ganado la mitad de la batalla.
BONUS: El truco para que no se olviden de ti
Si has llegado hasta aquí, es que estás interesado en dar la mejor impresión posible en tu entrevista de trabajo. Por eso, queremos regalarte un bonus.
Pocas personas conocen o utilizan esta poderosa arma: la carta de agradecimiento. Se trata de una técnica infalible para que no te olviden entre tantos candidatos. Además, si está bien trabajada puede mejorar aún más la percepción que tiene el reclutador sobre ti.
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